Señales manuales en el tráfico: peligro para los niños

Dos escolares están parados en el paso de peatones y quieren cruzar la calle. Nos detenemos y les hacemos una señal para que crucen. ¿Qué hay de malo en ello?
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MARCA DE CONTRIBUCIÓN

Significar bien es peligroso aquí

A los humanos nos gusta ser amables, sobre todo con los niños.
Así que la siguiente situación nos parece completamente normal: de camino al trabajo por la mañana temprano, pasas con el coche por delante de un colegio.
Dos niños esperan en el paso de peatones a que te detengas.
Como tienen preferencia de paso, frenas y te detienes, y les haces un gesto con la mano para que crucen la calle.
Los niños se ríen, te devuelven el gesto y salen corriendo.

Completamente normal, ¿verdad? Pero Raphael Hermann, policía y jefe de educación vial de la policía cantonal de Friburgo, dice: «Es importante que el vehículo se detenga completamente». Y explica por qué los expertos en educación vial desaconsejan hacer señales con las manos a los niños: «Transmiten una falsa sensación de seguridad. ¿Estamos completamente seguros de que el resto de la calzada es segura para cruzar? Por eso enseñamos a los niños: cruza la carretera sólo cuando el coche se haya detenido por completo. Una vez que han interiorizado este comportamiento, no hay necesidad de señales manuales. Los niños aprenden en todos los ámbitos de la vida, ya sea en la guardería, en la escuela o de camino a ella.

"Las señales manuales de los conductores suelen ser engañosas y pueden poner a los niños en situaciones peligrosas".


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El 60% levanta la mano

Nuestra amabilidad está fuera de lugar en la situación descrita, pero está muy extendida.
Una encuesta representativa de 1.500 conductores suizos encargada por el Fondo de Seguridad Vial llegó a la conclusión de que el 60% de ellos haría una señal con la mano en una situación así.
Con la conciencia tranquila y sin darse cuenta de que es potencialmente peligroso.

Los accidentes registrados por la policía muestran que cada año 1.300 niños resultan heridos en las carreteras suizas.
Esto significa que en una semana media, 25 niños resultan heridos en las carreteras suizas de camino al colegio, de vuelta a casa o durante su tiempo de ocio.
«Cognitivamente, un niño no puede actuar como un adulto», continúa Hermann.
«Les cuesta reconocer los peligros».
El número de casos no denunciados también es elevado, ya que sobre todo las lesiones leves tienden a no denunciarse y, por tanto, no se incluyen en las estadísticas.

Problema de la función de modelo

En realidad queremos evitar esos accidentes con la señal manual, pero damos a los niños una sensación de seguridad en esta situación que no podemos garantizar.
Los adultos actuamos como modelos para los niños en el tráfico rodado.
Cuando saludamos con la mano, esto no se analiza.
Los niños piensan para sí: «El hombre o la mujer tienen razón».
En esta situación, asumimos la función de un semáforo y ellos empiezan a correr.

Lo que no sabemos ¿Hay otro coche en la otra calzada?
¿La persona que va detrás de nosotros está juzgando mal la situación, se está precipitando, está intentando adelantar?
¿Hay una e-bici saliendo del ángulo muerto del carril bici?
Como persona que saluda, ¿estamos completamente seguros de que conocemos la situación del tráfico en su totalidad?
¿Y si no es así?
«Nuestro consejo a los niños: intentad establecer contacto visual con los conductores», subraya Hermann.

"Los niños interpretan las señales manuales de forma diferente y podrían salir corriendo a la carretera sin prestar atención al tráfico".

Los niños necesitan aprender, no sólo en la escuela

La razón por la que hay accidentes de tráfico en los que se ven implicados niños es que apenas están aprendiendo a comportarse correctamente en el tráfico rodado.
Los errores ocurren, como en todas partes en la vida.
Pero en la circulación por carretera la situación es especialmente delicada, porque pueden producirse lesiones graves.

Pero, ¿cuál es el comportamiento correcto cuando los niños esperan en los pasos de peatones?
El experto en educación vial Hermann lo explica: «Comportándonos como lo haríamos con los adultos. Nos detenemos en el paso de cebra y dejamos que los peatones crucen la calzada», sin señales manuales.
De este modo, los niños se acostumbran a una situación de tráfico completamente normal.

"La seguridad está garantizada cuando los conductores se detienen y ceden el paso a los niños sin señales manuales".

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Entrevista con Dagmar Rösler, profesora de primaria y Presidenta de la Dachverband Lehrerinnen und Lehrer Schweiz: «Los niños son alumnos en una situación compleja».

¿Qué puede impedir que los niños reconozcan correctamente las señales manuales de los conductores de coches?
Dagmar Rösler:
Algunos conductores saludan con la mano, otros saludan con la mano. Interpretar correctamente las señales manuales puede ser a veces extremadamente difícil para los niños, debido a que sus capacidades cognitivas aún no están plenamente desarrolladas. Otro problema es la perspectiva. Según la situación, los niños pueden no reconocer la señal con la mano, o casi, porque sencillamente no pueden ver detrás del parabrisas. Sin embargo, el problema principal sigue siendo que los niños pueden percibir la señal con la mano como una petición y, por tanto, dejar de prestar atención al resto del tráfico.
¿Qué otros problemas pueden surgir de las señales manuales?
Puede que no todos reaccionen a la señal con la mano de la misma manera. Un niño espera, el otro camina. El tercero duda y luego cruza la carretera sin prestar atención al tráfico que se aproxima. Si los niños de un grupo se comportan de forma diferente, esto puede generar inseguridad.

"Las señales manuales pueden malinterpretarse y poner en peligro la seguridad de los niños en la carretera".

¿Cómo reacciono como conductor en una situación así?
Es mejor esperar pacientemente. Es mejor tomarse su tiempo en el paso de peatones y garantizar así la seguridad necesaria. Debes ser siempre consciente de que los niños en el tráfico rodado son aprendices en una situación compleja.

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